La vitrificación de embriones dentro de la FIV
La vitrificación de embriones es una técnica de reproducción asistida que se emplea para preservar los embriones generados a partir de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) que no se han transferido a la madre en ese momento.
En la actualidad, el método predominante para congelar embriones es la vitrificación. Esta es una forma de congelación que ofrece diversas ventajas en comparación con la tradicional. Las altas tasas de supervivencia de los embriones después de su descongelación han permitido mejorar los tratamientos de FIV. Además, han ido reduciendo la necesidad de realizar múltiples ciclos de estimulación para lograr un embarazo.
Vitrificación de embriones: una técnica especial de congelación
La vitrificación es una técnica de congelación ultrarrápida que se basa en la utilización de crioprotectores, sustancias que protegen las células, y en un rápido enfriamiento. Esta técnica evita la formación de cristales en el interior de las células, los cuales podrían dañar las estructuras internas y llevar a la muerte celular.
Hoy en día, la vitrificación se emplea de manera habitual tanto en la criopreservación de óvulos como de embriones. De hecho, se ha convertido en una herramienta esencial en el campo de la reproducción asistida, permitiendo la preservación de embriones para su uso futuro.
¿Cuándo se deben de vitrificar los embriones?
Durante un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), después de la estimulación ovárica y la fecundación de los óvulos, se obtienen varios embriones. Estos embriones pueden permanecer en cultivo durante varios días. Sin embargo, estos embriones no pueden sobrevivir más allá de 6 días en cultivo. Por lo tanto, es necesario criopreservarlos hasta que se tome una decisión sobre su destino.
Los motivos principales para vitrificar embriones son los siguientes:
- No es posible realizar la transferencia embrionaria en el mismo ciclo de estimulación, por ejemplo, cuando existe riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica o cuando el endometrio no está receptivo. Esto lleva a cancelar la transferencia y programarla en un ciclo posterior.
- Después de realizar la transferencia embrionaria en fresco, quedan embriones adicionales que pueden transferirse en intentos posteriores, ya sea debido a un resultado negativo o para buscar un segundo hijo en el futuro.
- Preservación de la fertilidad: algunas parejas optan por congelar embriones en lugar de óvulos y esperma por separado.
- Se ha realizado una biopsia de los embriones para el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) y se necesita esperar varios días para obtener los resultados.
- Durante una donación de óvulos cuando no es posible sincronizar la donante con la receptora. En este caso, es factible congelar los óvulos donados o los embriones después de la fecundación.
- Cuando quedan embriones excedentes de un ciclo y la pareja o la mujer decide donarlos a otras personas que enfrentan problemas de infertilidad.
En resumen, hay varias circunstancias en las que se recomienda vitrificar los embriones para realizar una transferencia embrionaria en un momento posterior. Es esencial evaluar la situación específica de cada paciente con el fin de aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento de reproducción asistida.
El procedimiento
Para llevar a cabo el proceso de vitrificación con éxito, se requiere que el personal del laboratorio cuente con una amplia experiencia. La vitrificación es una técnica compleja que debe realizarse dentro de plazos muy cortos.
El método de vitrificación más comúnmente utilizado es el Cryotop de la marca Kitazato. Este tiene los siguientes pasos:
- Deshidratar los embriones transfiriéndolos de un medio a otro con una concentración creciente de crioprotectores.
- Colocar con sumo cuidado los embriones en el sistema de soporte para su congelación, que en el caso del Cryotop suele ser una pajuela.
- Introducir la pajuela con los embriones en una cubeta pequeña llena de nitrógeno líquido.
- Colocar la tapa o capuchón en la pajuela con precaución, asegurándose de no alejarla de los vapores del nitrógeno líquido.
- Finalmente, almacenar la pajuela con los embriones en el tanque de nitrógeno líquido para su preservación a una temperatura de -196 °C.
A lo largo de todo este proceso, se logra que los embriones pasen de la temperatura de cultivo, que es de 37 °C, a la temperatura de congelación en nitrógeno líquido, que es de -196 °C, en tan solo unos segundos. La rapidez en la transición térmica es una de las características fundamentales de la vitrificación, lo que evita la formación de cristales de hielo en los embriones y asegura su preservación efectiva.
Es crucial destacar que los embriones deben cumplir con ciertos estándares de calidad mínima para resistir los procesos de congelación y descongelación con éxito. Por lo tanto, aquellos embriones que no se desarrollen adecuadamente o que muestren signos de degeneración no son candidatos para la vitrificación y no se someten a este proceso.
La desvitrificación
El proceso de descongelación de embriones es más rápido y sencillo en comparación con el proceso de criopreservación embrionaria. Simplemente, se retira la pajuela con los embriones del nitrógeno líquido, se quita la tapa y se introduce directamente en un medio a una temperatura de 37 °C.
Usando una pipeta, los embriones se desprenden de la pajuela aplicando medio de cultivo sobre ellos. Luego, los embriones se pasan a través de varios medios con concentraciones decrecientes de crioprotectores. Esto permite la rehidratación celular, reemplazando gradualmente los crioprotectores por agua.
Es de suma importancia seguir estrictamente los tiempos del protocolo de descongelación embrionaria para realizarlo de manera adecuada ya que, de lo contrario, existe el riesgo de dañar las estructuras celulares del embrión y comprometer su supervivencia.
Antes de llevar a cabo una transferencia de embriones congelados, es esencial realizar la descongelación unas horas antes y observar si los embriones han logrado sobrevivir.
Por lo general, la descongelación de embriones se lleva a cabo el mismo día de la transferencia, con algunas horas de antelación para evaluar el estado de los embriones. En lo que respecta a la transferencia de embriones congelados, el procedimiento es similar al de los embriones frescos.
Tasas de éxito
Los embriones que han sido criopreservados tienen la capacidad de continuar su desarrollo de manera normal, implantarse en el útero y dar lugar a un bebé sano. Por lo tanto, sus tasas de éxito y supervivencia son significativamente altas.
Por ejemplo, considerando embriones que han sido sometidos a análisis genético y de acuerdo con el informe estadístico de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) de 2020, la tasa de embarazo por cada transferencia de embriones en fresco se sitúa en un 42,5%, mientras que la tasa de embarazo por cada transferencia de embriones congelados alcanza el 51,3%.
Además, en lo que respecta a la tasa de embarazo por la transferencia de blastocistos en fresco, esta se ubica en un 37,2%, mientras que la tasa de embarazo por la transferencia de blastocistos congelados asciende al 51,2%.
El logro del embarazo después de una transferencia de embriones criopreservados depende de varios factores, que incluyen:
- La supervivencia de los embriones tras la descongelación.
- La calidad de los embriones y su capacidad de desarrollo.
- La receptividad del endometrio en el momento de la transferencia.
Es importante señalar que la tasa de supervivencia de los embriones después de la descongelación es generalmente alta, y los embriones suelen sobrevivir en buenas condiciones. Para ello, es fundamental que el laboratorio cuente con un programa de vitrificación de calidad y que el personal del laboratorio esté debidamente capacitado para llevar a cabo el proceso de manera efectiva.
Ventajas de la vitrificación
Como hemos mencionado anteriormente, la vitrificación de embriones ha contribuido en gran medida a optimizar los tratamientos de fecundación in vitro (FIV). Gracias a esta técnica, en los últimos años, se ha logrado un aumento en la tasa de embarazo acumulada, es decir, la tasa de embarazo por ciclo de estimulación ovárica.
Este avance también ha proporcionado beneficios significativos para las pacientes, ya que experimentan un menor desgaste físico y emocional. Al utilizar embriones congelados en lugar de someterse nuevamente a la estimulación ovárica y a la medicación hormonal, las pacientes encuentran un proceso menos exigente en términos de tratamientos médicos.
Además, la vitrificación de embriones también ha desempeñado un papel importante en la reducción de las tasas de embarazo múltiple, dado que los embriones congelados permiten la transferencia de uno o varios embriones de manera individual.
En comparación con la técnica de congelación lenta tradicional, la ventaja más significativa que proporciona la vitrificación es que logra una tasa de supervivencia de embriones que supera el 90%.
Precio de la vitrificación y mantenimiento de embriones
En España, el costo de la congelación de embriones varía generalmente entre 350 y 600€, dependiendo del centro en el que se realice el procedimiento. Además de este costo, se debe considerar el precio del mantenimiento, ya que la conservación de los embriones en nitrógeno líquido implica un gasto para la clínica de reproducción asistida.
El mantenimiento de los embriones suele requerir un pago anual, que puede oscilar entre 400 y 600€ al año. En algunos centros, es común que el costo del primer año esté incluido en el precio inicial de la vitrificación.
Además, la descongelación y la transferencia de embriones congelados tienen un costo que generalmente oscila entre 700 y 2000€. A esto se sumarán aproximadamente 200-300€ adicionales destinados a la medicación necesaria para preparar el endometrio antes de la transferencia.