Las alteraciones hormonales y la fertilidad
Las irregularidades hormonales en las mujeres son una de las causas más habituales de infertilidad. Este tipo de infertilidad se conoce como esterilidad femenina por un factor endocrino por originarse debido a disfunciones en el funcionamiento de los ovarios.
El síndrome de ovarios poliquísticos como factor endocrino
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es la afección endocrina más común entre las mujeres que experimentan problemas de infertilidad. En el SOP, los ovarios suelen contener múltiples quistes que son, en realidad, folículos ováricos que no llegan a desarrollarse completamente, lo que impide la ovulación.
Además de la falta de ovulación, el SOP se caracteriza por desequilibrios en los niveles de hormonas, incluyendo estrógenos y andrógenos. Como resultado de estos desequilibrios hormonales, las mujeres con SOP pueden manifestar signos de masculinización, experimentar amenorrea (ausencia de menstruación), desarrollar resistencia a la insulina y presentar sobrepeso u obesidad, entre otros síntomas.
La hiperprolactinemia
La hiperprolactinemia es una condición caracterizada por una producción excesiva de la hormona prolactina, que normalmente se produce en la glándula pituitaria y estimula la producción de leche materna después del parto.
Cuando los niveles de prolactina son demasiado altos, pueden inhibir la función del hipotálamo, lo que resulta en la falta de liberación de hormonas reguladoras del ciclo menstrual. Esto, a su vez, puede llevar a la anovulación, es decir, la ausencia de ovulación en las mujeres afectadas por esta condición.
La anovulación
La anovulación se caracteriza por la falta de liberación del óvulo maduro desde el ovario durante un ciclo menstrual. En estos casos, no se produce la reunión del óvulo con un espermatozoide en la trompa de Falopio, lo que resulta en la ausencia de fertilización.
Los ciclos anovulatorios pueden estar relacionados con diversas irregularidades menstruales y se pueden clasificar en dos tipos:
- Ciclos anovulatorios esporádicos: En algún momento de su vida, la mayoría de las mujeres experimenta episodios de anovulación debido a factores como el estrés, la ansiedad, deficiencias nutricionales, entre otros. En general, este tipo de anovulación no suele ser motivo de preocupación, ya que los ciclos ovulatorios suelen restablecerse por sí mismos.
- Ciclos anovulatorios crónicos: En este caso, las mujeres pasan largos períodos sin experimentar la ovulación, lo que puede conducir a problemas de fertilidad. La ausencia de ovulación impide la posibilidad de que el óvulo se una al espermatozoide, formando un embrión y, finalmente, un embarazo.
La anovulación prolongada o crónica puede tener diversas causas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica en tres grupos: El Grupo I, que engloba trastornos relacionados con la disfunción del hipotálamo y la hipófisis. Ejemplos de estas afecciones incluyen el hipogonadismo hipogonadotrópico, el síndrome de Kallman y otros trastornos similares.
En el Grupo II se encuentran las alteraciones en la secreción hormonal regulada por el eje hipotálamo-hipófisis. Ejemplos de estas afecciones abarcan el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la hiperprolactinemia, entre otros. Por último, el Grupo III comprende la insuficiencia ovárica primaria y secundaria, lo que también se conoce como menopausia precoz. En estas condiciones, la función ovárica disminuye prematuramente, lo que puede dar lugar a la anovulación prolongada.
Insuficiencia ovárica precoz
La insuficiencia ovárica precoz, que antes se conocía como fallo ovárico precoz, se refiere a la pérdida de la función ovárica en mujeres en una etapa temprana de la vida, es decir, antes de la edad promedio de la menopausia, que generalmente se ubica entre los 45 y 55 años.
En particular, se diagnostica la insuficiencia ovárica prematura cuando una mujer menor de 40 años presenta amenorrea (ausencia de menstruación), niveles de estrógenos significativamente bajos y niveles de gonadotropinas por encima de 40 mIU/mL.
A medida que una mujer avanza en su vida reproductiva, es natural que los ovarios experimenten un deterioro gradual. Sin embargo, en algunos casos, la función ovárica puede cesar antes de lo previsto, lo que significa que la mujer no podrá concebir de forma natural.
Insuficiencia ovárica oculta
Actualmente, el término se utiliza para describir lo que se conoce como “Fallo Ovárico Oculto” (FOO). Esta condición se refiere al deterioro de la función ovárica en mujeres menores de 40 años que no presentan síntomas evidentes de menopausia.
Estas mujeres mantienen un ciclo menstrual regular y experimentan sangrados menstruales sin alteraciones aparentes. Por lo tanto, el diagnóstico de insuficiencia ovárica en estos casos se basa en la evaluación de las hormonas sexuales femeninas a través de análisis de sangre, ya que no hay síntomas evidentes que sugieran esta disfunción ovárica.
Problemas endocrinos en la fase lútea
La fase lútea es la segunda etapa del ciclo menstrual que ocurre después de la ovulación, cuando el folículo ovárico se transforma en un cuerpo lúteo que produce progesterona.
Con relación a esta fase, existen dos situaciones que pueden contribuir a la infertilidad:
- Insuficiencia lútea (IL): En esta condición, los ovarios no producen suficiente progesterona para mantener un adecuado desarrollo del revestimiento del útero (endometrio). Como resultado, el embrión tiene dificultades para implantarse en el útero y establecer un embarazo.
- Síndrome del folículo luteinizado y no roto: Esta situación se produce cuando el folículo continúa desarrollándose hasta formar un cuerpo lúteo, pero no se libera el óvulo, es decir, se forma el cuerpo lúteo sin que haya ocurrido la ovulación previamente. Esto puede afectar la liberación del óvulo y la capacidad de concebir.
Posibles tratamientos cuando existe una alteración de factor endocrino
Las mujeres que buscan quedar embarazadas y enfrentan dificultades debido a estas alteraciones deben consultar a un ginecólogo y/o endocrinólogo para realizar pruebas diagnósticas. Una vez identificada la causa exacta, el médico podría sugerir tratamientos específicos como:
- Citrato de clomifeno para inducir la ovulación y coitos programados.
- Tratamientos hormonales como la progesterona para mantener la fase lútea.
- Inseminación artificial.
- Fecundación in vitro.
- Ovodonación en casos de insuficiencia ovárica precoz.
La esterilidad femenina por un factor endocrino
En resumen, el objetivo es encontrar el tratamiento adecuado para restaurar el equilibrio de las hormonas sexuales que regulan el ciclo ovárico de la mujer. Si no se logra este equilibrio, la pareja puede considerar tratamientos de reproducción asistida más avanzados, como los mencionados anteriormente. Estos enfoques pueden ser necesarios para superar problemas de fertilidad más complejos y lograr el embarazo.