¿Qué enfermedades pueden causar la infertilidad femenina?
Aproximadamente el 33% de los casos de infertilidad femenina se deben a problemas en la mujer. Existen diversas causas de infertilidad femenina, como trastornos en los ovarios, las trompas de Falopio o el útero. Algunas de estas causas pueden ser enfermedades que afectan a los distintos órganos reproductivos de la mujer.
Los factores tubáricos: infertilidad femenina
Los factores tubáricos son una causa importante de problemas en la fertilidad femenina, ya que las trompas de Falopio desempeñan un papel esencial en el proceso de reproducción. Cualquier lesión u obstrucción en estas trompas impedirá su funcionamiento adecuado y puede resultar en esterilidad femenina.
Enfermedad inflamatoria pélvica
Esta afección implica una respuesta inflamatoria debida a una infección en los órganos reproductivos femeninos, como el útero y los ovarios. Esto puede resultar en cicatrices en estos órganos, lo que a su vez puede causar problemas como infertilidad, embarazo ectópico y dolor pélvico. En la mayoría de los casos, esta enfermedad es causada por las bacterias Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae.
Los factores de riesgo incluyen tener múltiples parejas sexuales, realizar duchas vaginales, no usar métodos anticonceptivos y tener antecedentes de EIP o enfermedades de transmisión sexual.
Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad crónica en ginecología caracterizada por el crecimiento del tejido del endometrio fuera del útero, comúnmente en la cavidad pélvica, como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, la vejiga urinaria o el intestino. Este crecimiento de tejido puede alterar la función ovárica o bloquear las trompas de Falopio.
Algunos de los síntomas de este trastorno incluyen:
- Metrorragia: sangrado premenstrual o entre períodos.
- Dispareunia: dolor durante o después de las relaciones sexuales.
- Hematuria: dolor y sangrado al orinar.
- Dolor pélvico, abdominal y en la parte inferior de la espalda, generalmente asociado al periodo menstrual.
Adherencias pélvicas
Las adherencias son formaciones de tejido cicatrizal que se desarrollan entre los órganos de la pelvis, como los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, la vejiga y el intestino. Estas adherencias pueden ocasionar que estos órganos se adhieran entre sí, lo que a su vez puede afectar su funcionamiento normal.
Además, las cirugías pélvicas y las cicatrices resultantes de estas operaciones también pueden ser una causa de adherencias, y esto puede tener un impacto en el funcionamiento de las trompas de Falopio.
El impacto en la fertilidad se debe a que estas adherencias provocan la unión de las trompas de Falopio y los ovarios a estructuras cercanas, lo que impide que cumplan sus funciones de manera adecuada.
Cuando se produce la fertilización de un óvulo por un espermatozoide, las adherencias pélvicas también pueden obstaculizar el desplazamiento del óvulo fecundado hacia el útero. Esto aumenta el riesgo de un embarazo ectópico, que es cuando el embrión se implanta fuera del útero.
Salpingitis
La salpingitis es una inflamación específica que se origina debido a una infección en las trompas de Falopio. Esta infección es provocada en un 60% de los casos por agentes como Chlamydia trachomatis, gonococos o Mycoplasma hominis, mientras que en el 40% restante se debe a bacterias que se encuentran en la flora vaginal.
La salpingitis puede manifestarse en dos formas: aguda, en la cual los síntomas suelen ser más intensos, o crónica, en la que la enfermedad puede pasar desapercibida y tener síntomas menos evidentes.
Hidrosálpinx
El hidrosálpinx es una afección que se origina a raíz de una obstrucción en los extremos de las trompas de Falopio, lo que conlleva a una acumulación de líquido en su interior.
El problema fundamental de esta enfermedad radica en que los espermatozoides no pueden ascender a través de las trompas de Falopio y, en consecuencia, el óvulo no puede ser captado por las trompas, lo que impide la fecundación natural y dificulta la posibilidad de un embarazo.
Los factores hormonales
Las alteraciones hormonales son una de las causas de infertilidad en las mujeres, ya que pueden desencadenar desequilibrios hormonales que afectan el ciclo menstrual. A continuación, se describen algunas de las irregularidades hormonales asociadas a problemas de fertilidad en las mujeres.
Hipotiriodismo
El hipotiroidismo es un trastorno endocrinológico causado por una insuficiente producción de hormonas tiroideas. Estas hormonas tienen un efecto en las hormonas sexuales femeninas, como los estrógenos y la progesterona, influyendo en el funcionamiento de los ovarios y la maduración de los óvulos.
De manera general, el hipotiroidismo puede afectar la fertilidad femenina debido a que:
- Inhibe la producción de óvulos.
- Provoca irregularidades en el ciclo menstrual.
- Eleva los niveles de prolactina en la sangre, lo que a su vez inhibe la ovulación.
Cuando en un análisis de sangre se detectan niveles de TSH (Hormona estimulante de tiroides) iguales o superiores a 5 mU/l, es un indicativo de hipotiroidismo. Por otro lado, valores de TSH inferiores a 5 mU/l pero mayores a 2,5 mU/l están relacionados con problemas en la implantación y un mayor riesgo de aborto temprano.
Hiperprolactinemia
Este trastorno se caracteriza por un incremento en los niveles de prolactina en la sangre, una hormona producida por la glándula pituitaria. La prolactina desempeña un papel en la producción de leche materna después del parto y también afecta a las hormonas sexuales.
La hiperprolactinemia suele ser provocada por la presencia de tumores en la glándula pituitaria, conocidos como prolactinomas. Las variaciones en los niveles de prolactina en la sangre pueden resultar en alteraciones en la ovulación y en el ciclo menstrual, y en algunos casos, conducir a la infertilidad en las mujeres.
Los factores ováricos
Infertilidad femenina: Anovulación
La anovulación se refiere a la incapacidad de los ovarios de liberar óvulos maduros en la mujer, lo que impide el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide en las trompas de Falopio, necesario para la fecundación.
Se pueden distinguir dos tipos de anovulación:
- Anovulación circunstancial, también conocida como anovulación esporádica. Esta se produce debido a factores como el estrés o después de la primera menstruación. Por lo general, en este caso, no es motivo de preocupación, ya que los ciclos menstruales tienden a normalizarse.
- Anovulación crónica, que se refiere a mujeres que pasan largos periodos sin ovular, lo que impide la fertilización del óvulo por el espermatozoide.
Actualmente, existen tratamientos disponibles para corregir esta alteración y restaurar la fertilidad en la mujer.
Reserva ovárica comprometida
La reserva ovárica se refiere a la cantidad y calidad de ovocitos disponibles en un momento dado en el cuerpo de una mujer. Existe una relación inversamente proporcional entre la edad y la reserva ovárica, lo que significa que a medida que la edad de la mujer aumenta, disminuye la cantidad y calidad de sus ovocitos.
Cuando la reserva ovárica es óptima, las probabilidades de lograr un embarazo son más altas, mientras que una baja reserva ovárica puede ser un factor que dificulte la fertilidad de una mujer.
Por esta razón, la evaluación de la reserva ovárica por parte de un especialista es fundamental para determinar el pronóstico reproductivo de la pareja. Esta evaluación se realiza a través de un análisis de sangre que mide los niveles de la Hormona Antimülleriana (AMH).
Infertilidad femenina: Síndrome de ovarios poliquísticos
El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), también conocido como Síndrome de Stein-Leventhal, se caracteriza por un desequilibrio en las hormonas reproductivas. Su principal consecuencia es la alteración en la ovulación.
Las mujeres con SOP producen una cantidad excesiva de andrógenos y experimentan una regulación inadecuada del ciclo menstrual. Esto provoca que los folículos ováricos no liberen óvulos debido a la falta de maduración, lo que resulta en la formación de quistes en los ovarios.
Insuficiencia ovárica precoz
La insuficiencia ovárica precoz (IOP) se refiere a la pérdida de la función ovárica antes de la menopausia. Normalmente, la IOP se presenta en mujeres menores de 40 años y se manifiesta a través de síntomas premenopáusicos o amenorrea, que es la falta de uno o varios ciclos menstruales.
La disminución en la función ovárica resulta en la insuficiente producción de estrógeno y la ausencia de liberación de óvulos, lo que conlleva a la infertilidad femenina. Algunos de los síntomas más comunes de la insuficiencia ovárica precoz incluyen:
- Periodos menstruales ausentes o irregulares (amenorrea).
- Dificultad para concebir.
- Sudores nocturnos.
- Sequedad vaginal.
- Disminución del deseo sexual.
Insuficiencia ovárica oculta
La insuficiencia ovárica oculta (IOO) se origina debido a una disfunción ovárica y se caracteriza por la presencia de ciclos menstruales regulares y niveles elevados de la hormona FSH. La causa principal de la IOO es el envejecimiento acelerado del ovario.
A diferencia de la insuficiencia ovárica precoz (IOP), la IOO no presenta síntomas de menopausia. El único método para diagnosticar este trastorno es mediante un análisis de sangre que evalúe las hormonas sexuales femeninas.
Infertilidad femenina: Síndrome de Turner
El síndrome de Turner, también conocido como Síndrome de Ullrich-Turner o Monosomía X, es una anomalía cromosómica caracterizada por la total o parcial ausencia del cromosoma X. Aproximadamente el 60% de las personas afectadas presentan un cariotipo 45,X0, lo que implica la ausencia de un cromosoma X completo. El 40% restante se debe a otras alteraciones genéticas en los cromosomas.
Las mujeres con este trastorno suelen manifestar baja estatura, ausencia de menstruación, falta de desarrollo de características sexuales secundarias, entre otros síntomas. Además, en aproximadamente el 98% de los casos, estas mujeres experimentan fallo ovárico precoz y carecen de óvulos, lo que conlleva a problemas de infertilidad.
Infertilidad femenina: Disfunción lútea
La fase lútea es una de las etapas del ciclo menstrual femenino que ocurre entre el día de la ovulación, desencadenada por un pico en la hormona luteinizante (LH), y el último día antes de la menstruación.
La disfunción lútea, también conocida como insuficiencia del cuerpo lúteo, puede ser causada por problemas ováricos o enfermedades endocrinológicas, como trastornos tiroideos o hiperprolactinemia. Los síntomas de esta afección incluyen:
- Sangrado posterior a la ovulación.
- Niveles bajos de progesterona en la sangre.
- Sensibilidad en los senos.
- Abortos espontáneos.
La disfunción lútea se vincula con la infertilidad femenina, dado que la implantación del embrión en el útero ocurre típicamente entre los 6 y 10 días posteriores a la ovulación. Si existe una deficiencia en la fase lútea, el endometrio no estará adecuadamente preparado ni tendrá el grosor adecuado. Esto puede llevar a un retraso o fracaso en la implantación del embrión como consecuencia final.
Los factores uterinos
El útero desempeña un papel esencial en la reproducción, y, por lo tanto, es importante considerar el factor uterino en la infertilidad femenina. Cualquier anomalía en el útero puede tener un impacto en el proceso reproductivo.
Infertilidad femenina: Malformaciones uterinas
Las malformaciones uterinas son significativas para la salud de la mujer, ya que pueden ser la causa de problemas en la menstruación, esterilidad, infertilidad femenina, abortos espontáneos, partos prematuros y otros trastornos relacionados.
Es importante señalar que existen diversas anomalías uterinas, pero no todas ellas resultan en infertilidad en las mujeres. Las que afectan la implantación del embrión y su desarrollo en el útero son las que están más directamente relacionadas con la infertilidad.
Las malformaciones uterinas que pueden afectar la fertilidad incluyen:
- Agenesia Mülleriana: la ausencia total del útero.
- Útero unicorne: un útero de menor tamaño con un solo conducto de Müller.
- Útero didelfo: también conocido como útero doble, con dos cavidades uterinas independientes.
- Útero bicorne: resultado de una fusión incorrecta de los conductos müllerianos.
- Útero septado: ocurre debido a una falta de reabsorción del tabique central que separa los conductos müllerianos.
Infertilidad femenina: Sinequias uterinas
Las sinequias uterinas son adhesiones que se forman en las paredes del útero y a veces se conocen como el Síndrome de Asherman o adherencias intrauterinas. La prevención y el tratamiento de esta afección son esenciales para la fertilidad.
Las sinequias uterinas más graves pueden provocar amenorrea o hipomenorrea (disminución del flujo menstrual). Entre las causas más comunes de este problema se incluyen:
- Raspado uterino.
- Hemorragias después del parto, ya sea por cesárea o parto vaginal.
- Extirpación de un mioma uterino.
- Endometritis infecciosa.
Tumoraciones
El útero puede desarrollar varios tipos de tumores, la mayoría de los cuales son benignos. Algunos de los más importantes incluyen:
- Miomas uterinos: son masas de tejido muscular que se forman alrededor del útero y ocasionalmente pueden aparecer en el cuello uterino. Estos miomas se desarrollan en las células del tejido muscular liso del miometrio, que es la capa muscular del útero.
- Adenomiosis: esta afección ocurre cuando el tejido endometrial, que normalmente recubre el interior del útero, se desarrolla en la pared muscular del útero. Esto provoca un engrosamiento del útero.
- Pólipos uterinos: se trata de crecimientos de tejido endometrial que protruyen desde la cavidad uterina. Estos pólipos son sensibles a los niveles de estrógeno.
Otros factores que producen infertilidad femenina
Anticuerpos antiespermatozoides
Los anticuerpos antiespermatozoides (AAE) son la causa principal de los problemas de fertilidad asociados con la esterilidad de origen inmunológico. Estos anticuerpos pueden encontrarse en los propios espermatozoides, en el plasma seminal o incluso en el moco cervical.
Los anticuerpos antiespermatozoides (AAE) se adhieren a los espermatozoides y pueden afectar su movilidad. Esto impide que los espermatozoides puedan interactuar de manera adecuada con el óvulo, lo que a su vez conduce a la infertilidad.
Vaginismo
El vaginismo es un término médico que describe la estrechez vaginal, caracterizada por una contracción involuntaria de los músculos perivaginales. Esta condición actúa como una barrera para las relaciones sexuales, ya que dificulta o hace muy dolorosa la penetración.
El abordaje combinado de terapia psicológica y ginecológica se considera una opción para mejorar la vida sexual y facilitar un posible embarazo de forma natural en casos de vaginismo. En ocasiones, la inseminación artificial puede ser una alternativa. Es importante destacar que no existen tratamientos quirúrgicos ni farmacológicos específicos para esta condición.
Infertilidad femenina
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