¿Cuáles son los diferentes test de reserva ovárica?
El análisis de la reserva ovárica puede llevarse a cabo mediante diversas pruebas, siendo las más comunes:
- Recuento de folículos antrales por ecografía (RFA), que evalúa el número de folículos antrales presentes en los ovarios.
- Evaluación de marcadores endocrinos: Se examinan varios marcadores hormonales para determinar la reserva ovárica, entre ellos:
- Hormona antimülleriana (AMH)Hormona folículo estimulante (FSH)Estradiol
- Inhibina B
Estas pruebas permiten a los especialistas estimar tanto la cantidad como la calidad de los óvulos en los ovarios de una mujer en un momento específico de su vida reproductiva.
El recuento de folículos antrales (RFA)
Los folículos son las estructuras presentes en los ovarios donde los óvulos llevan a cabo su proceso de maduración. En cada ciclo menstrual, un grupo de folículos comienza el proceso de maduración, pero solo uno de ellos logrará llegar al último estado y liberar un óvulo completamente maduro en lo que se conoce como ovulación. Este folículo que alcanza la madurez se denomina folículo dominante.
Los diferentes estadios de desarrollo por los que atraviesa un folículo ovárico hasta alcanzar su completa maduración son:
- Folículo primordial.
- Folículo primario.
- Folículo secundario o preantral.
- Folículo terciario o antral.
- Folículo preovulatorio o folículo de Graff.
Los folículos antrales se distinguen por la formación del antro, una estructura que se origina por la acumulación de líquido en el interior del folículo. De esta manera, el antro posibilita la observación de estos folículos mediante ecografía cuando alcanzan un diámetro aproximado de 2 mm.
De esta forma, a través de ecografía transvaginal, el profesional puede llevar a cabo un conteo del número de folículos antrales.
Valores estándar del RFA
El Recuento de Folículos Antrales (RFA) es ampliamente empleado para evaluar la reserva ovárica de la mujer, proporcionando información valiosa de manera no invasiva y sin causar molestias. De hecho, el RFA es uno de los métodos más utilizados para estimar la reserva ovárica en el ámbito de la reproducción asistida, junto con la determinación de la hormona antimülleriana (AMH), que se explorará más adelante.
Para obtener una evaluación precisa de la reserva ovárica a través del RFA, se recomienda realizar esta prueba durante la fase folicular temprana del ciclo menstrual de la mujer. Esto implica que el RFA debe llevarse a cabo entre el segundo y el cuarto día del ciclo.
La interpretación del Recuento de Folículos Antrales (RFA) se basa en el número de folículos antrales detectados en cada ovario durante la ecografía transvaginal. Si el ginecólogo cuenta entre 5 y 10 folículos antrales en cada ovario, se considera que la reserva ovárica es normal. En cambio, valores por debajo de 5 o por encima de 10 folículos antrales (por ovario) se interpretarán como una baja o alta reserva ovárica, respectivamente.
Los marcadores hormonales
Las hormonas desempeñan un papel crucial en el ciclo menstrual de la mujer. Por consiguiente, la evaluación de los niveles de ciertas hormonas puede ser beneficiosa para analizar la reserva ovárica y estudiar la fertilidad femenina.
La hormona foliculoestimulante (FSH)
Con el avance de la edad femenina y la reducción de la reserva ovárica, se observa un incremento en los niveles basales de la hormona FSH (hormona folículo estimulante). Esto se debe a una disminución en la producción de hormonas inhibitorias ováricas, lo cual conlleva al aumento de la FSH.
La medición de los niveles de FSH debe realizarse entre el segundo y cuarto día del ciclo menstrual. Además, es común realizar esta prueba junto con una evaluación de los niveles de estradiol.
En términos generales, un nivel basal de FSH superior a 10 mUI/ml podría indicar una baja reserva ovárica. Valores basales de FSH que superan los 20 mUI/ml se acercarían más a la menopausia. Por otro lado, los niveles normales de estradiol al inicio del ciclo menstrual son inferiores a 40 pg/ml.
La hormona antimülleriana
La hormona antimülleriana (AMH) es generada por las células de la granulosa de los folículos en desarrollo, abarcando desde el folículo secundario hasta el folículo antral temprano. De esta manera, la AMH sirve como un indicador del número de folículos en proceso de crecimiento.
A medida que la reserva ovárica disminuye con la edad, también se reduce el número de folículos antrales tempranos que producen AMH, y por ende, los niveles de esta hormona también disminuyen. Así, los niveles de AMH pueden vincularse con la cantidad de óvulos que aún quedan en el ovario.
Es posible medir la AMH en cualquier fase del ciclo menstrual, aunque podría haber una variación de hasta un 20% en sus niveles según el día del ciclo en que se realice el análisis. No obstante, la evaluación típica de la AMH se realiza al principio del ciclo, coincidiendo con la medición de otras hormonas.
En términos generales, aunque pueden existir variaciones entre diferentes laboratorios, los valores de referencia para la AMH pueden clasificarse de la siguiente manera:
- AMH inferior a 0,6 ng/ml: baja reserva ovárica.
- AMH entre 0,7 y 2,9 ng/ml: reserva ovárica normal. Si la AMH se sitúa entre 0,7-0,9 ng/ml, la reserva ovárica ha comenzado a disminuir, aunque aún se considera normal.
- AMH superior a 3 ng/ml: buena reserva ovárica. Si los niveles de AMH son mayores de 6 ng/ml, puede existir un mayor riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) durante los tratamientos de estimulación ovárica.
Además, es relevante considerar que las pacientes con ovarios poliquísticos pueden presentar niveles más elevados de AMH.
Inhibina B
La inhibina B es una glicoproteína que se produce en las células de la granulosa de los folículos ováricos. Su concentración está inversamente relacionada con los niveles de FSH, ya que la inhibina B suprime la secreción de FSH.
Por lo tanto, a medida que la inhibina B disminuye con la edad de la mujer, se pierde este efecto inhibitorio, lo que resulta en un aumento de los niveles de FSH.
De esta forma, un nivel de inhibina B inferior a 35-45 pg/ml es un indicador de un pronóstico desfavorable, ya que podría indicar posibles alteraciones en la reserva ovárica.
Los tests dinámicos de reserva ovárica
Los tests dinámicos, como el de citrato de clomifeno (CCCT), se emplean para evaluar la respuesta del ovario al estímulo de ciertos fármacos, como el citrato de clomifeno (CC). Este test implica la estimulación del ovario con este fármaco durante 5 días, generalmente a partir del quinto día del ciclo menstrual. La evaluación de la respuesta ovárica se realiza midiendo los niveles de la hormona FSH antes y después del test.
Si los resultados de la prueba son anormales, como una FSH significativamente elevada, podría indicar una baja reserva ovárica. Sin embargo, este tipo de pruebas dinámicas no se utilizan comúnmente en la actualidad debido a su naturaleza invasiva y a la posibilidad de efectos adversos relacionados con la administración del fármaco.
La relación entre la reserva ovárica y la fertilidad
Es crucial señalar que, a pesar de la edad, una mujer joven también puede presentar una baja reserva ovárica. Por lo tanto, es importante que las mujeres se sometan a un estudio para evaluar su reserva ovárica en una etapa temprana, incluso si no están buscando activamente el embarazo en ese momento.
Conociendo el estado de su reserva ovárica, las mujeres jóvenes pueden tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva. En casos de baja reserva ovárica, una mujer puede considerar adelantar la búsqueda del embarazo o incluso optar por la preservación de la fertilidad. Este enfoque le brinda la oportunidad de intentar concebir en el futuro utilizando sus propios óvulos a través de técnicas de reproducción asistida.
La utilidad de conocer la reserva ovárica en la reproducción asistida
La evaluación de la reserva ovárica se considera una parte esencial en el estudio de fertilidad cuando una mujer busca ayuda en una clínica de reproducción asistida. Este análisis no solo es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado para mejorar la fertilidad, sino que también permite realizar un pronóstico más preciso de las posibilidades de éxito en los procedimientos de reproducción asistida.
En el caso de un recuento de folículos antrales (RFA) positivo, se puede anticipar un rendimiento favorable en la punción ovárica durante un tratamiento de fecundación in vitro (FIV). Este pronóstico optimista sugiere mayores posibilidades de obtener una cantidad adecuada de ovocitos, mejorando así las probabilidades de desarrollar un embrión viable que conduzca a un embarazo exitoso.
En situaciones donde la evaluación de la reserva ovárica revela una cantidad significativamente baja de óvulos, junto con la disminución de la calidad, especialmente debido a la edad avanzada de la madre, podría ser aconsejable considerar la donación de óvulos como una opción para lograr el embarazo. En estos casos, la calidad del óvulo puede ser un factor crucial para el éxito de la fecundación in vitro (FIV).
Precio
El costo del estudio de fertilidad femenino varía generalmente entre 120 y 450 euros, dependiendo de las pruebas incluidas en el análisis. Los estudios básicos suelen involucrar una ecografía transvaginal para evaluar la reserva ovárica y observar el útero, así como una analítica hormonal para evaluar el funcionamiento del ovario y posibles desajustes en el ciclo menstrual.
En estudios más completos, se incluye la determinación de la hormona antimülleriana. Además, la análisis de la AMH también puede realizarse como un estudio separado, con un precio que varía entre 50 y 80 euros, según la clínica o laboratorio.
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